CAPTURANDO TZXS

Por José Luis Soler



Sacar TZXs a partir de nuestras viejas cintas de Spectrum no es una cosa extremadamente difícil, aunque sí que es cierto que alguna vez se nos puede poner cuesta arriba, bien sea porque las cintas han vivido ya mucho, bien porque nuestro magnetofón tampoco esté ya en sus mejores momentos, ... ¿o es que será que no estamos haciéndolo bien capturando el sonido? ... El problema es que esto no es fácil de verificar, por lo que lo mejor es ser prudente en nuestro proceso.

Así, y tras revisar que nuestros aparatos funcionan como tienen que hacerlo, que el cableado está en condiciones, y que el software mezclador de nuestra tarjeta también está correctamente configurado, fijaremos nuestra atención en otra serie de detalles que tienen cierta importancia durante la captura del sonido.

Y es que gran parte de esto pasa por aprender a olvidarnos de lo ya aprendido. Muchos de nosotros aún pensamos que para convertir una cinta el nivel de volumen en nuestro magnetofón debe estar fijado a unos 3/4 de su valor máximo. Esta regla de oro, aprendida ya en nuestros tiempos tiernos, no es válida para hacer una buena conversión. De hecho, el volumen correcto debe ser más bajo, mucho más bajo, pero ¿cuánto exactamente?, ¿tendremos que ponernos a probar y probar hasta dar con la tecla? Bueno, no tanto, hay opciones para no tener que ir a tientas, y os explico cómo suelo hacerlo yo.

(abrimos un paréntesis para los más despistados ...)

Para los que no tengais claro qué aplicación usar para esto, deciros que más o menos da igual. Os puede valer con GoldWave, Cool Edit, Audacity, SoundForge ... Pero eso sí, es importante que el programa de vuestra elección cuente con un monitor del nivel de entrada.

Esto no es otra cosa que un visor que muestra en forma de banda(s) el nivel del sonido entrante durante la grabación, o incluso justo antes de darle al botón de grabar. Normalmente representan dicho nivel por colores, significando que cuando el nivel es muy alto, entra en la zona 'roja' (nada que ver con el Frente Popular), que es donde se puede producir algo de distorsión, y yendo más lejos aún, un corte por lo sano (a veces llamado clipping). Podeis ver aquí varias capturas de ejemplo, según el programa. Para el caso de Cool Edit 2000, el nivel lo podréis encontrar en forma de banda roja horizontal, en la parte inferior.

Monitor de CoolEdit 2000 Monitor de SoundForge 6 Goldwave durante la grabación

(... cerramos el paréntesis)

Lo primero que suelo hacer es avanzar la cinta a la mitad, y ponerla a reproducir, sin la clavija jack metida en el magnetofón. Es decir, que reproduzco la cinta "al aire". Por supuesto con el volumen bajadito, para no causar trastornos nerviosos en la familia ;-) Aquí hay que estar atentos a que el volumen pueda bajar ostensiblemente al poco de iniciada la reproducción. Si esto ocurre, mejor estaros pendientes, porque algunas cintas se ponen muy duras con el tiempo, y podría quedársenos enredada en el reproductor (ouch!).

Una vez comprobado que el sonido se mantiene estable, abro en el PC el programa de captura, y lo pongo a grabar, o al menos abro el monitor de grabación, y con él a la vista coloco de nuevo la clavija en el magnetofón (la cinta sigue reproduciendo); así, voy subiendo el volumen del aparato hasta que el nivel de entrada en el monitor en pantalla se me queda justo debajo de los límites recomendables (si va por colores, amarillo: bien, rojo: mal) y se mantiene ahí como valor más alto (en los picos). En las capturas de arriba podeis ver cómo he fijado el volumen para que la señal nunca supere el límite de -6 dB, lo que suele ser un buen valor de pico.

Con Goldwave podemos hacer una excepción a esto último, y permitirnos la licencia de no fijarnos en el monitor de entrada, que también lo tiene, sino en la propia imagen de la onda, que se va recreando a medida que tiene lugar la grabación. Así, directamente ponemos el programa a grabar, y sobre esto vamos modificando el control de volumen en el magnetofón hasta asegurarnos de que los picos no superan los consabidos -6 dB.

Tras fijar el volumen adecuado, paramos la cinta, rebobinamos, y a capturar.

Así explicado parece que se me va la vida entera antes de comenzar a grabar, pero no es así, y de hecho se ahorran bastantes intentos infructuosos.

Observando estos pasos vais a obtener un sonido mucho más limpio, ya que ni el software ni vuestra tarjeta de sonido va a cortaros los niveles extremos. Os muestro una imagen de dos archivos de sonido abiertos en el editor. Ambos son capturas producidas a partir de la misma cinta en SoundForge, a distinto volumen, siendo la de arriba muchísimo mejor. Como podeis apreciar, la inferior tiene las "puntas" visiblemente cortadas.

Monitor de SoundForge 6

Espero que os sirva de algo el rollete que os he soltado ...

Volver